
He vivido hasta este día las horas de todas mis horas,
la medida de la justicia y el hábito de la injusticia.
Soy náufrago del rubor público, respetable abandono de motivos...
Esperas y procuras sobreviviendo al odio infernal de las guerras,
cuando una pregunta vino a despertarme... Qué es ésto?...
Qué profano sentimiento desciende al borde del abismo,
venerando el color de las mejillas... espada combatiendo, vanamente.
Porqué martirizarnos de este modo?
Porqué poseernos de batallas sin sentido?...
Porqué encadenarnos, honrando a la tristeza?...
No lo sé... es parte del misterio.
Y así..., descorrí las cortinas de la noche
cuando el viento lleno y renegado me envolvió de esperanza y encanto,
estañar la honra de amar y beber las alegrías todas...
son mágicas prudencias batallando la vida.
Una causa sagrada... o la prontitud de todas las cosas
ganando la partida... pasión por los obstáculos
danzando alegremente... de moda en tiempo, decía Shakespeare.
CARMEN DEL BLANCO