- Y cuando todo el mundo se ibay nos quedábamos los dosentre vasos vacíos y ceniceros sucios,
... qué hermoso era saber que estabasahí como un remanso,sola conmigo al borde de la noche,y que durabas, eras más que el tiempo,eras la que no se ibaporque una misma almohaday una misma tibiezaiba a llamarnos otra veza despertar al nuevo día,juntos, riendo, despeinados.JULIO CORTAZAR
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