Excremento y divinidad son exposición de moda
rechinando dientes de viejas arrugas.
Hornadas de frutos oscuros vestidos de ley
que son silencios de la constancia extraviada.
Mientras tanto, el corazón humano,
como una campana enalteció tristezas
y la creación fue presa de soledades...
Sombras del abandono elevando dominantes acordes,
escoltas de la ceguera itinerante.
Consentimiento bárbaro, puritanismo filosófico o vacíos utilitarios
leales a la muerte del talento y la ilusión?...
Si limpiar el recuerdo con la honestidad de un manifiesto
conmoviera,
conmoviera,
el atardecer del buen tiempo
custodiando el riesgo de sostener un sueño y
la perplejidad, celosa de tanto apuro,
descansarían en paz.
descansarían en paz.
CARMEN DEL BLANCO
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