
Me preguntaba en qué nos basamos cuando la intensidad del lenguaje, logra desde la intensidad de las emociones, ahondar en los sentimientos... la oscuridad se expande y de repente, como por arte de mágica ternura, las luces se multiplican. Entonces Pitágoras deja de ser un número de la lectura popular para asomarse al artificio de la trascendencia... sumando esperas... Perpetuando la duda desde un papel virtual. Y es volviendo sobre mis pasos que digo... es la causalidad de místicas creencias numéricas, la continuidad de lo que somos?
... 1+1 = 2... entonces... somos 1 ???...
CARMEN DEL BLANCO
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