Extraña masa, los pensamientos... Legión de abejas o incendio de bosques, internados en el laberinto de las emociones. Lenguas sonoras desde el intemporal, no-ser.
Qué es la realidad, si el tiempo tampoco existe... Comencé a respirar con dificultad..., de pronto, mi propia inmensidad, lo enardecía todo, sin respuestas. En un instante fue noche cerrada y sumergida en el silencio del que nada espera, un viento de estrellas cruzó nuestros caminos. Sinuosa danza de la música interior, donde el espacio, por primera vez, la escucha.
CARMEN DEL BLANCO
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