El tiempo es demasiado lento para aquellos que esperan... demasiado rápido para aquellos que temen.... demasiado largo para aquellos que sufren.... demasiado corto para aquellos que celebran... pero para aquellos que aman, el tiempo es eterno. — (Henry Van Dyke)

miércoles, 1 de diciembre de 2010

COMO ME CUESTA DECIRLO... PERO NO LO PUEDO EVITAR





Escucho... no entiendo, vacío y percepción alientan las formas sin voluntad... el cielo y la tierra, gobiernan; desorden que me inquieta. La atención me descubre... Lo que digo es monótono... y continuo.  Voluntariamente, un ideal se dispone vulnerable a todo, con rapidez...

Y así me quedo... pensando en la fiesta de las decepciones, comienzo purificado de mis propósitos, ésos que abrazan el juego de las palabras mientras la calma me acompaña con silencios, resultado de mi propia confusión.

Mientras tanto la vida comulga y la verdad tiene nombre de varón, sin miramientos, porque el género lo tiene permitido. Entonces..., desde esta simple mujer que soy... Dónde están las madres ?... Qué las distraía que no les enseñaron a ser hombres ?... Se les otorga el poder, en la confianza y lo ultrajan...

Creación y participación desde el encastre perfecto: hombre-mujer, arrebatados por el descontrol... y la palabra "muerte" se adueña de nuestras vergüenzas.

Espacio-tiempo, determinándonos...

Nos queda tiempo para hablar de AMOR ?... Cómo lo justificamos ?... con la moralina de nuestros egoismos ?...

Regresión que nos invita a mirar la evolución de las pequeñas cosas que alimentan grandes experiencias... Procesos que se inician, trascendiendo costumbres por la regeneración... libertad de modificar la perspectiva.



Los chinos aprecian la propiedad que tiene el metal de adquirir pátina. Dicen del aluminio, no resultar agradable en la primera impresión, cuando es nuevo. Sin embargo no lo habrían adoptado si no envejeciera bien. Quizás por la importancia que ceden a la carencia de orgullo... elegancia de la sencillez.



CARMEN DEL BLANCO

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