Decía María Kodama que vivimos en un mundo donde lo común es el "vos", un término gastado. El "usted", agregaba, es más íntimo, más querido. Como cuando predomina un amor profundo.
Ahora..., mirando en el tiempo, recuerdo a mi madre tratándonos de usted... era distinto... sabía a enojo porque olía a distancia.
En este complejo universo de las letras y los sentimientos donde la felicidad y la infelicidad es cuestión de momentos... le recuerdo que lo amo, soportando la distancia.
Clasificar su misión, es para mí, elaborar el informe de su lejanía que por su fina sensibilidad, prefiero no dar lugar.
Serenidad le urge y así... padezco la nostalgia mirando los horarios dispuestos en un globo que no se detiene... Un día... y otro..., atravesando el tiempo después de tanto tiempo..., ordenando las estrellas, para ver qué me titilan...
... discúlpeme...
CARMEN DEL BLANCO
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