Enredando mis tristezas, harta de manotazos quedé colgada de las puas de la luna... heridas que no me dejan respirar, convertidas en leña de este fuego que me abraza, aquí, en la tierra... en el cielo será igual?...
Este afán de encontrarte con mi pasión limpia es un sueño... silencio de mi boca rozando tu boca en el semáforo de los sentimientos.
Yo quiero creerte, compañero... "si las cosas fueran sólo aquello que vemos seríamos unos desesperados."
Yo quiero oirte, compañero "las preguntas en las que se condensa la confusa e indiscriminada veleidad reflexiva de los adolescentes, su primitiva y sumaria filosofía (qué es la vida?; Para qué sirve?; Cuál es el fin del universo? o Porqué el dolor?)"
Yo quiero amarte, compañero con el calor y la tensión en cada palabra nuestra donde la filosofía no nos encuentre como rivales...
No quiero vivir condenada a perderte... "no me acuerdo de olvidarte"...
Me pregunto... cuando llegue mi final... si me falta tu dulzura y esa ternura de decirme tan distinta... quién me va a acompañar a morir en paz?...
... y si es el tuyo y no estoy allí... a quién le pedirás el último beso?... a quién?...
... vale la pena que yo exista?...
... estoy cansada de latir sin vida...
... todo conspira contra la esperanza...
... me llevaron el tiempo...
... me llevaron el alma...
CARMEN DEL BLANCO
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