El tiempo es demasiado lento para aquellos que esperan... demasiado rápido para aquellos que temen.... demasiado largo para aquellos que sufren.... demasiado corto para aquellos que celebran... pero para aquellos que aman, el tiempo es eterno. — (Henry Van Dyke)

miércoles, 13 de febrero de 2008

CUAN CAPACES SOMOS ...


Qué difícil resulta hablar de la vida, habiendo tantos muertos ... Y no me refiero, solamente, a la muerte clínica de la que estamos impactados, cotidianamente, sino de la muerte que desencadenan los inescrupulosos, en cualquier ámbito, amparados por la codicia, que como bien define el narrador valenciano, Rafael Chirbes: "hartos de no saber a qué jugar, hemos aprendido a matarnos los unos a los otros, en el salón de casa." Palabras que me recordaron al padre Larragnaga, cuando decía: "en el callejón de la insistencia, cuántos entonan la familia robada ..."

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