El tiempo es demasiado lento para aquellos que esperan... demasiado rápido para aquellos que temen.... demasiado largo para aquellos que sufren.... demasiado corto para aquellos que celebran... pero para aquellos que aman, el tiempo es eterno. — (Henry Van Dyke)

jueves, 7 de febrero de 2008

SAN VALENTIN


Por encima de los nombres, enarbola la palabra. Que son lágrimas de alegría o de tristeza. Sensaciones amorosas, temáticamente distintas, canonizan la fusión de manera sublime. Es entonces cuando las mariposas revolotean en el estómago bajo los excesos que la vista avista. Y aunque no siempre la ilusión nos devuelve la sonrisa, nos cuesta pararnos a pensar en lo inesperadamente triste. Porque celebrar el amor, implica contratar a la tristeza. Registros íntimos de la experiencia, atendiendo formatos singulares. Es el sentimiento traducido al nombre de la palabra más deseada: amor. Precedido de sordera, genéticamente comprobada, que comenzó alguna vez con la demanda social ...
La vida son muchos decimales y pocos números enteros. De algo estoy segura: Atareados y sin trastos, los destrozos no tienen cintura ...

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