
Desde la obediente permanencia de lo otorgado y de acuerdo a las personas que lo ejercen, el tiempo nos cuesta algún esfuerzo cuando la emoción intercede a la palabra...
Procurar con valentía las regiones del inconciente es iluminación descubriendo la vida. Allí donde el reloj de arena es destino del eterno retorno... el más paciente de los inmortales luchando la desigualdad de la belleza como un jardín pugnando seguridad de luces y sombras... pasado y futuro de afanes que completan la plenitud en soledad.
Mientras tanto un universo paralelo disciplina el orden universal conteniendo silenciosamente el aliento, ingenio de la prudencia zurciendo dolores...
Abandono, búsqueda sencilla, disponibilidad y confianza.
Potencia creadora que consuma el prodigio...
...La Fe...
CARMEN DEL BLANCO
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