
Quemarme las manos
desde la pluma
con mesa ataviada
de las tapas, repulgue.
Quemarme las manos
y llevarte a la boca
emblemática muda
aromada en el tinto.
Quemarme las manos
y prender los pulgares
que sólo te advierten
que obvio te aplauden.
Que son de empanadas
que nadan de amores
que una tras otra
las quemas, las comes.
Las manos quemarse
las haces que queman
las llevas, la boca
las miras, las comes.
Quemarse las manos, quemarse la boca,
quemar la mirada que aroma en tu boca...
CARMEN DEL BLANCO
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