
Mi preciado Señor
Sabe usted del remanso que ronda mi soledad después de recibir su misiva?... Esperé largas horas con ritmos fugaces durante este tiempo de desesperanza, muda e inmovil, en una carrera de silencios dificil de controlar.
No ha sido desaire esta eternidad en corresponderle... Mi corazón marcaba cada latido con la danza de sus palabras, conjugando aceleradamente el verbo que está por encima de todo verbo. Obsequiarme tan precioso tesoro es el afan de mi ceguera... Arder con el dulce canto de su llanto. No soportaría que razón alguna quebrantara tan bella ecuación.
Su encanto Señor F, maravilloso laverinto de sensaciones me tiene atrapada en un pasaje sin salida, bodega interior que ha edificado la paz en mi espíritu, bálsamo de divina borrachera... Mi silencio sólo grita la eterna vigilia de segundos apenas.
Señor F ha sanado mi corazón de tanta soledad sonora. La gloria de tener la alegría de su alma enciende mi corazón
de tanto amar.... Podría el sol callar sus rayos y no tropezaría si la luz de su canto me ilumina, Señor F.
Señor F el cielo dejó posar sobre este planeta el dolor del beso buscado con el corazón... posiblemente me resulte imperdonable esto que acabo de decirle...
Señor F..., no alcanzo a guardarme de mi alma que agotada se deshoja en un mar de sentimientos, consumiéndome
... sepa disculparla...
... porque yo...
... yo a usted...
Lo adoro
CARMEN DEL BLANCO
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