El tiempo es demasiado lento para aquellos que esperan... demasiado rápido para aquellos que temen.... demasiado largo para aquellos que sufren.... demasiado corto para aquellos que celebran... pero para aquellos que aman, el tiempo es eterno. — (Henry Van Dyke)

lunes, 16 de noviembre de 2009

CARTA A MI AMIGA DE COLON




Querida Stella
Pues aquí estoy mujer... como siempre... a la espera de buenas noticias que me liberen de esta incertidumbre que me está matando, en sentido literario claro está, pero que de continuar por más tiempo me liquida. Esta amansadora me está volviendo loca y trato de que no se me note pero me parece que la intentona no está dando resultados… algunos me quieren encerrar y te aseguro que no es por falta de méritos que si de eso hablamos no me alcanza el papel virtual para contarte. Esto es lo que se dice un verdadero desconcierto. En fin estoy a la espera de que pronto se me pase. La cuestión es que no decaiga. Y si decaigo... pues... a no hacer ruido que encima se me quejan los vecinos. NO... si te digo que no hay descanso en mi vida. Hasta la perra me tortura... me persigue, me llora, me... me... si... exactamente eso que estás pensando... que entre el pis y la caca... estoy quedando verde de indignación como si no tuviera de qué quejarme y este animal que se ha creido que mi patio es su inodoro. Si..., me lo hace a propósito... no te digo... si hasta la perra se ha puesto en mi contra y pensar que le puse Angela cuando debí de haberle puesto Tormento.
En fin... que te dejo hasta la próxima porque de bueno... ni el día... está nublado.
Con la alegría de siempre.
Carmen

PD: me olvidaba de los besos. Tampoco tengo tantos para regalar… estoy resfriada. Y decile a las tías que a no quejarse que más se perdió en la guerra y que den gracias que no se quebraron las dos. Te das cuenta... siempre hay algo que agradecerle al Señor.


CARMEN DEL BLANCO

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