El tiempo es demasiado lento para aquellos que esperan... demasiado rápido para aquellos que temen.... demasiado largo para aquellos que sufren.... demasiado corto para aquellos que celebran... pero para aquellos que aman, el tiempo es eterno. — (Henry Van Dyke)

domingo, 8 de noviembre de 2009

DONDE ...




La vida sencilla tiene sus encantos... un café, una mañana de sol, sentir el ruido de la lluvia golpeando en el asfalto y una mesa... donde el camino de las casualidades y el aroma delicado de un té esperan... lágrimas dormidas.

Entre tanto las noticias de esa tierra milenaria se esfumaban, alegremente... despuntar de la frustración...
El corazón sincero es inexperto. Cae la inocencia y se organizan las emociones. Basta que algo se establezca para que el tiempo lo arrebate... pálidos segundos que arrastran la tradición de las miserias humanas... mortajas del alma.

Instintivamente los suspiros multiplican verbos... las preguntas del sirviente al Mandarín recorren hilos de la oscuridad esparciendo aromas de un naranjo en flor de un huesped chino en suelo americano.

Quién puede decir cuál es la tierra que lo anima a florecer?...

Goethe diría... Italia...


CARMEN DEL BLANCO

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