El tiempo es demasiado lento para aquellos que esperan... demasiado rápido para aquellos que temen.... demasiado largo para aquellos que sufren.... demasiado corto para aquellos que celebran... pero para aquellos que aman, el tiempo es eterno. — (Henry Van Dyke)

domingo, 15 de noviembre de 2009

FILOSOFANDO




... se preguntaba en qué nos basamos para perpetuar la duda?... en la realidad social sin sustento emocional?... Asomarse al artificio de la trascendencia por la continuidad de lo que somos... y qué somos?... en qué nos convertimos?... realmente es un beneficio la libertad?... Si la imaginación recurre a engaños para servirse de sí misma descuidando sentimientos.. qué es la verdad?... qué es lo que está al revés... el 9 ó el 6?

El dilema de la ética... optar por el mal de todos cuando se encuentra encerrada por las circunstancias... exige no poca habilidad. Cobra bríos la fuerza con la herida... una gran declaración de guerra... y cuanto más deseo de permanecer en silencio es precisamente cuando tiene que empezar a hablar. Y si lo que no mata, nos hace más fuertes... qué son, entonces, los fuertes?... un cúmulo de realidades mal avenidas?... o el remordimiento de haber sido desdichados?...

Decía Nietzsche... "A fuerza de buscar los comienzos uno se vuelve cangrejo." Y nos damos cuenta volviendo sobre los pasos qué males preservamos...

Ser desdichados por cultivar el saber... por olvidar la condición de haber nacido humanos y pretender emular al Dios inmortal.

Si con la virtud se renuncia a las ventajas, no existe contradicción en lo dicho? Quizás debamos pararnos en la ilusión de la línea recta del horizonte justo allí donde el cielo se une con la tierra, allí donde encendemos los dos fuegos para entender la vida y sus espectáculos. Un SI y un NO desengañando a la imaginación sin rivalizar porque a fin de cuentas no es fama lo que se busca sino entender porqué crece ésta.

CARMEN DEL BLANCO

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