El tiempo es demasiado lento para aquellos que esperan... demasiado rápido para aquellos que temen.... demasiado largo para aquellos que sufren.... demasiado corto para aquellos que celebran... pero para aquellos que aman, el tiempo es eterno. — (Henry Van Dyke)

viernes, 6 de noviembre de 2009

COMO UN SECRETO




Baja los ojos seriamente
envuelta en su pícara sonrisa
de esas que tienen las almas
cuando en la cocina,
primorosamente,
la alegría de dos pimientos
coquetean su inocencia
entre ensaladas.
Los grillos cantan
aturdiendo a las baldosas.
Los que dormitan vagan somnolencias
señalando tesoros bajo los pies.
Simple acto fugaz
desde los jardines del espíritu,
urgencia del tiempo recién llegado...
que son manos que sueñan,
sueñan y sueñan como hierba
que contempla gozosa primaveras,
solemne y armonioso importunar
del trabajo en vacaciones...
Y es encendida soledad de una advertencia
ésta...
la de creer que ocurren con frecuencia los milagros.


CARMEN DEL BLANCO

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